Por si todavía hay alguien que no se haya enterado el mundo de las tapas y de los entrantes es tan maravilloso y variado que nunca podremos saber si tiene fin o no. Los platos que nos podemos inventar a la hora de hacer una cena de tapas son infinitos y las recetas suelen ser incluso más baratas que los platos normales. La que hoy os traigo es perfecta para ir abriendo el apetito mientras se termina de hacer el plato principal y estoy más que seguro de que a todos vuestros comensales les encantará.
Para estas patatas fritas necesitaremos los siguientes ingredientes:
– Patatas fritas congeladas (son la mejor opción para este plato porque suelen quedar más crujientes y resisten más el calor)
– Carne picada de cerdo
– Queso rayado
Los pasos a seguir para esta receta tan simple son los siguientes:
En primer lugar lo que tenemos que hacer es poner la freidora a calentar (o la sartén con aceite si no tenemos freidora) para freír las patatas. Cuando estén fritas le añadimos un poco de sal por encima y las ponemos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
A continuación cogemos una sartén con un chorro de aceite de oliva y la ponemos al fuego para añadir la carne picada y desmenuzarla a la par que se va haciendo. Aquí podemos añadir las especias que más nos gusten. Yo suelo utilizar pimienta y un poco de sal.
Para acabar cogemos una fuente apta para hornos y echamos dentro las patatas fritas para luego añadir la carne y sobre la carne el queso rayado. Para finalizar sólo horneamos durante unos 10 minutos y ya están listas nuestras patatas fritas con queso y carne.