Hoy os traigo uno de esos platos que una vez que los preparamos y los probamos lo volvemos a preparar una y otra vez, y es que esta tarta es algo con un sabor muy único. El problema, por supuesto, es que necesitamos tiempo para preparar la receta, pero si podemos estar un buen rato en la cocina y tenemos los ingredientes por casa os aconsejo que lo hagáis, porque no os arrepentiréis.
Ingredientes para la tarta de costillas de cerdo con salsa de manzana (para 2 personas):
- 4 costillas de cerdo (cuanta más carne tengan, mejor)
- 2 manzanas verdes
- 2 láminas de hojaldre
- 1 huevo
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 200 ml. de caldo de carne
- 1 cucharadita de bovril
- 1 cucharadita de salsa worcestershire
- 1 cucharadita de salsa marrón inglesa
- Sal
- Aceite de oliva
- Pimienta blanca molida
Cómo hacer la tarta de costillas de cerdo con salsa de manzana:
Como de costumbre, lo primero que vamos a hacer es poner el horno a precalentar durante una hora a 220ºC. A continuación, ponemos una cazuela grande al fuego y añadimos unas gotas de aceite de oliva.
Pelamos la cebolla y la picamos. Añadimos la cebolla a la cazuela con una pizca de sal y dejamos que se poche. Agregamos entonces el pimiento verde picado y lo cocinamos también. Agregamos las costillas para que se doren. Retiramos las costillas de la cazuela y separamos la carne del hueso. La reservamos. Pelamos la manzana y la cortamos en dados para agregarla a la cazuela. Dejamos que se dore un poco.
Añadimos a la cazuela el caldo de carne, la salsa worcestershire, el bovril y la salsa marrón inglesa. Cocinamos a fuego fuerte durante unos minutos. Trituramos todo a máxima potencia y añadimos una pizca de pimienta blanca molida.
Volvemos a poner al fuego la salsa ya triturada y agregamos la carne. Cocinamos todo junto para que la salsa espese.
Cubrimos el molde de una tartera con pasta de hojaldre. Añadimos encima la carne con la salsa de manzana. Cubrimos con el resto del hojaldre y hacemos unos pequeños orificios con un tenedor.
Pintamos la tarta con el huevo batido y horneamos a 190ºC hasta que veamos que el hojaldre ha subido y está bien dorado. Servimos muy caliente para que se disfrute mejor.
Foto orientativa: Shisberg