La hora del café suele ser un rato después de comer, por lo que se trata de una hora en la que debemos estar tranquilos y relajados, ya que el comer siempre aletarga nuestra organismo. Si nos gusta el café de verdad ya habremos probado muchísimas variaciones, pero la de hoy es tan sencilla que mucha gente no cae en hacerlo. Si eres de los que beben sólo café solo estás perdiéndote un universo entero de distintos sabores, sabores como el que hoy os voy a enseñar.
Los ingredientes que necesitamos son:
– Café molido (cuanto mejor sea el café mejor sabrá, claro)
– Agua baja en mineralización
– Leche condensada
– Azúcar
– Canela molida
Los pasos a seguir para sorprender a nuestros amigos con este café son:
Para hacer el café podemos utilizar la cafetera que más nos guste. Podemos usar la francesa, la italiana o la exprés, eso ya es cosa nuestra. También podemos utilizar el café en cápsulas que tan de moda está últimamente. Si me preguntáis cuál prefiero me resulta más fácil decir que el método que menos me gusta es el francés, ya que los otros sí que me gustan bastante.
Cuando tengamos echo el café echamos el azúcar que queramos y removemos. Cuando tengamos el café con el azúcar tenemos que añadir un buen chorro de leche condensada. Así obtenemos un café bombón. Con el café bombón sólo tenemos que hacer una cosa: espolvorear canela molida por encima. Si el café tiene una buena crema de café quedará sobre ella, pero si no la tiene no pasa nada, ya que no se irá todo al fondo, sino que algo quedará por encima.