Cuando mezclamos dos conceptos que nos gustan suele salir un concepto que nos gusta aún más. Si mezclamos albóndigas, que suelen gustar a todo el mundo, con queso gratinado, que también suele gustar a todo el mundo, obtenemos un plato delicioso que hará que los más pequeños de la casa se chupen los dedos. La carne que vamos a utilizar es de pollo, pero podemos hacer las albóndigas de lo que más nos gusta, ya que esa variante es indiferente.
Ingredientes para las albóndigas gratinadas (para 2 personas):
- 8 albóndigas de pollo
- 200 ml. de tomate frito
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- Queso rallado
- Sal
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva
- Orégano
Cómo hacer las albóndigas gratinadas:
En primer lugar, ponemos una sartén al fuego y pochamos la cebolla muy picada, el pimiento verde y el pimiento rojo con un poco de aceite y una pizca de sal. Freímos las albóndigas de pollo. Cuando estén fritas, las agregamos a la sartén. Regamos todo con el tomate frito y removemos para que los ingredientes se mezclen.
Añadimos una pizca de pimienta negra y otra pizca de orégano, y volvemos a remover. En este punto es cuando podemos corregir de sal.
Cogemos dos cazuelas pequeñas de barro y ponemos cuatro albóndigas en cada una de ellas, con salsa de tomate frito por encima. Añadimos el queso rallado y gratinamos al horno durante 5 minutos a 200 grados o hasta que el queso esté completamente dorado y perfecto para comer.
Foto orientativa: Celíacos