Conozco a muchísima gente que ama con locura el puré de patatas. Sé que es una guarnición muy recurrida y muy sencilla de hacer, ya que teniendo un sobre de copos y algo de leche, mantequilla y agua lo tenemos listo en poco tiempo, pero no tiene ni punto de comparación con el sabor del puré de patatas artesanal que se elabora paso a paso con todo el cariño y la paciencia que sólo un buen cocinero sabe tener.
Para este puré de patatas casero necesitaremos:
– 1 kilogramo de patatas (o 1 kilogramo y medio en caso de querer un poco más, la cantidad depende de lo que queramos)
– Sal y pimienta
– Mantequilla
– Nata líquida
– Nuez moscada
Como veréis, la receta no tiene ninguna complicación y se hace en poco tiempo, aunque hay que tener un poco de fuerza a la hora de pasar las patatas por el pasapurés, pero tampoco hace falta estar apuntado a un gimnasio ni nada de eso.
Pondremos las patatas con agua en una olla al fuego. El agua hasta que cubra. Añadimos un poco de sal y dejamos que se cuezan. Cuando estén blandas las sacamos y las pelamos. Ahora cogemos un pasapurés y vamos haciendo puré las patatas, hasta que todo quede bien finito.
En un recipiente echamos la patata echa puré y añadimos nata hasta que quede todo lo espeso que queramos. Añadimos también un poco de nuez moscada para darle sabor y sal en el caso de que la necesitase. Si nos gusta la pimienta podemos añadirle un poco. Cualquier especia le sirve al puré de patatas casero, así que puedes innovar, que no pierdes nada.
Es una guarnición perfecta para todo tipo de platos y a los niños les encanta. Si nuestros hijos son muy devotos del tomate frito podemos añadirle un poco al final y removerlo.