Este refrescante postre es perfecto para degustar después de una comida en verano. Además de ser delicioso, aporta gran cantidad de fruta y agua, tan importante ahora que el calor aprieta.
A los niños les encantará y dándoles este helado nos aseguramos de que tomen fruta. Prueba a dárselo también en la merienda, ¡se chuparán los dedos!
Los ingredientes son muy sencillos y su elaboración nada complicada. ¡Vamos a la cocina!
Ingredientes para 8 personas:
– 3/4 de pulpa de sandía
– 4 huevos
– 4 ramitas de hierbabuena
– el zumo de 1 limón
– 1 vaso de azúcar
-1 1 vaso de agua
Modo de preparación:
Disolver el azúcar en el agua, añadir el zumo de limón y acercar al fuego. Cuando rompa el hervor, contar unos 5 minutos de hervor fuerte para conseguir un almíbar en su punto. Dejarlo enfriar. Cuando esté frío el almíbar, verterlo en el vaso de la batidora.
Cortar la sandía a la mitad y sacar la pulpa cuidando de perder el jugo que suelte. Separar las pepitas y poner la pulpa con el almíbar en la trituradora y batir. Añadir los huevos enteros y batir de nuevo.
Llenar el recipiente de la heladera y ponerlo en marcha hasta que solidifique. Si no tienes heladera, llenar un recipiente con la mezcla, guardarla en el congelador y batir de cuando en cuando durante 4-5 horas. Pasado ese tiempo, batir de nuevo el preparado, adornar y servir en copas o en un recipiente haciendo bolitas de helado.
Adornar con hojas de hierbabuena. Se puede acompañar de nata montada y de una salsa de cualquier fruta roja fresca.
Puedes servir el helado en la misma cáscara de la sandía cortada a piquitos y adornada con dibujos hechos a cuchillo. Además, si las bolitas de moldean con tiempo y se guardan en el congelador, es más fácil manejarlas después para llenar las copas.
Fuente de la imagen www.mpc.org.ar