Muchos de nosotros conoceremos esta receta a raíz de la estupenda película del mismo nombre ‘Tomates Verdes Fritos’. Y, aunque me he quedado con las ganas de probarlos, la verdad es que siempre han tenido una pinta estupenda.
Se trata de un plato que se considera como entrante y no como principal. Claro que dependiendo de la cantidad de ellos que comas así como de la salsa con que los acompañes, podemos perfectamente convertirlo en lo mejor del menú.
Los ingredientes que necesitaremos, para cuatro comensales, son:
- 4 tomates verdes medianos
- 200g de harina de trigo
- 200g de harina de maíz
- 3 huevos batidos con unas cucharadas de agua
- sal
- pimienta negra
- cayena molida
- zumo de 1/2 limón
- 1 taza de mayonesa
- cebolleta
- apio verde
- ajo
- perejil
- 1 cucharada de mostaza a la antigua
- 2 cucharadas de ketchup
- pimentón
- unas gotas de salsa de Tabasco
Lo primero que haremos será preparar la salsa. Para esta ocasión le viene que ni pintado la llamada salsa remoulade y, su elaboración consiste en juntar el zumo, la mayonesa, la cebolleta, el apio, el ajo, el perejil, la mostaza, el ketchup, la salsa perrins y las especias en la batidora. Una vez todo bien batido, lo guardamos en frío.
Lavamos y cortamos los tomates en rodajas ni muy gruesas ni muy finas (como podéis observar en la imagen). Batimos los huevos con el agua. Mezclamos las harinas con una pizca de sal, pimienta negra y la cayena.
Y, como estaréis suponiendo, el siguiente paso es pasar las rodajas de tomate por la harina, seguido por el huevo, otra vez por la harina y los freímos en aceite caliente hasta que esté en su punto.
Por último, lo servimos todo con la salsa cerca para poder mojar a gusto y listo.