Hoy vamos a cocinar un plato con ingredientes muy sencillos. Vamos a utilizar jamón de york para otra cosa que no sea el clásico sandwich mixto.
El otro ingrediente principal de este plato es el champiñón, que le da un gusto muy rico.
Prueba a hacer esta receta apta para toda la familia. Si tienes niños en casa, pueden incluso ayudarte a hacerla, ya que es muy sencilla.
¡Vamos a la cocina!
– 6 lonchas de jamón de york gruesas
– 200gr de champiñones
– 1 limón
– 1/4 l de leche
– mantequilla
– aceite
– harina
– 1 vaso de caldo
– nuez moscada
– sal
Modo de hacerlo:
Limpiar los champiñones, filetearlos y rociarlos con un poco de zumo de limón.
Poner en un cazo una cucharada de mantequila, derretirla e incorporar los champiñones, un chorro de zumo de limón y sal. Tapar y cocer a fuego lento durante un cuarto de hora.
Preparar una bechamel: calentar una cucharada de mantequilla con 2 cucharadas de aceite, rehogar dos cucharadas de harina y regar con la leche y el caldo sin dejar de remover. Aromatizar cuando espese con un poquito de nuez moscada y añadir los champiñones. Dar un hervor y corregir el punto de sal.
Calentar una fuente, poner en ella una capa de bechamel, encima el jamón y cubrir con el resto de bechamel.
Meter la fuente en el horno caliente unos minutos para que recupere el calor que le ha hecho perder el jamón y servir.
Una opción es espolvorear con queso rallado la superficie antes de meter la fuente en el horno para que así quede gratinada.
¡Delicioso!