Este plato de caracolitos de campo es muy típico de la cocina andaluza, sobre todo de la gastronomía sevillana y gaditana, donde se suele degustar en cualquier bar o restaurante. La cocina familiar también acostumbra a ser un lugar en el que preparar las cabrillas en salsa y, aunque se degustan durante todo el año, podríamos decir que estamos hablando de un entrante-aperitivo de primavera/verano.
Ingredientes para la elaboración de la receta de cabrillas salseadas:
- 1 bolsita de cabrillas
- 500 gramos de tomates bien rojos
- 2 cebollas grandes
- Un puñado de almendras
- 1 guindilla
- Pimentón dulce
- Especias para caracoles
- Vino blanco
- 1 gran miga de pan
- Un par de dientes de ajo
- Un chorreón de vino blanco
Cómo elaborar la receta de cabrillas salseadas:
Antes de empezar a cocinar, tendremos que poner las cabrillas a purgar y, para ello, las dejaremos en el fregadero, después de haberlas enjuagado varias veces para desprendernos de las primeras babas, con sal gorda. Las removemos bien y dejamos que vuelvan a soltar cuanto tienen dentro. Volvemos a enjuagar y las ponemos en una olla con agua fría.
Tapamos la olla y las dejamos reposar unos minutos, hasta que veamos que las cabrillas salen de su concha. En ese momento las ponemos a fuego muy vivo, hasta que estén tiernas. Mientras iremos espumando el caldo. Incorporamos la guindilla, un puñadito de especias variadas para caracoles y sal. Dejamos que se cocinen durante 45 minutos.
Apartamos y colamos el caldo. Reservamos. Freímos la miga en aceite de oliva y la ponemos en el mortero. Hacemos un sofrito con el ajo, las cebollas y el tomate. Cuando todo esté bien pochadito, añadimos las cabrillas y un toque de pimentón. Removemos.
Majamos el pan, agregamos un poquito de vino blanco, removemos y lo añadimos al guiso. Dejamos que el vino evapore y ya podemos servirlas.
Foto en CC: Flickr/Bocadorada