Pasada la resaca de Halloween y las recetas de platos y bebidas especiales para una gran fiesta del terror, volvemos a la normalidad en nuestros fogones y lo hacemos dándole al paladar un descanso y regalándonos con otro encanto de la cocina tradicional andaluza, se trata de los Soldaditos de Pavía.
Hasta hace un par de décadas, este rico bocado aparecía con frecuencia en las barras de las tascas y tabernas, como tapa de acompañamiento para el vasillo de vino o la cañita de cerveza. El paso del tiempo y la carestía del ingrediente principal quizá sea la razón para que ahora sea más difícil encontrarlo en barecillos de barrio.
Porque este riquísimo plato está hecho a base de bacalao desalado y en otros tiempos ese pescado no andaba muy bien considerado entre los paladares de alta alcurnia. De hecho se juguetea con el origen del nombre, que no está muy claro, pero parece apuntar a que podrían haberlo bautizado así por ser el rancho barato con que se alimentaba a las tropas de Pavía.
Lo cierto es que, aunque con otro nombre, este bacalao rebozado ya se preparaba a finales del siglo XVII y principios del XVII y podrían existir razones fundadas, como apunta en Historia de la Gastronomía, que incluso se trate del origen de la famosa tempura japonesa, al poder esta masa haber sido introducida en el mundo nipón por los jesuitas.
Ingredientes para la receta de Soldaditos de Pavía:
- 500 gramos de bacalao seco
- 1 pimiento rojo asado
- 1 huevo
- harina
- levadura
- pimentón dulce
- limón
- pimienta negra
- aceite de oliva
Cómo hacer la receta de Soldaditos de Pavía:
Primero nos encargaremos, desde la noche antes, de tener el bacalao en agua y cambiarla varias veces, para desalarlo. Lo escurrimos bien y lo cortamos en tiras.
Con el zumo del limón, la cucharadita de pimentón dulce, la pimienta y el aceite de oliva preparamos un aderezo en el que pondremos a macerar las tiras de bacalao, que estarán reposando en el aliño durante 2 ó 3 horas.
Cortamos el pimiento rojo asado en tiras y reservamos.
En un recipiente pondremos harina, un pelín de sal, un poquito de levadura y el huevo y lo mezclamos bien hasta que quede una especie de papilla suave, que dejaremos en reposo durante un cuarto de hora.
Tomamos el bacalao y le retiramos el aliño. Pasamos los trozos por la salsa que hemos hecho para rebozar y freímos en abundante aceite muy caliente. Sacamos y dejamos escurrir sobre papel de cocina.
Servimos cada tajadita con un par de trocitos de pimiento, pinchados con un mondadientes.
Imagen: La Sirena