Receta de invierno donde las haya, un entrante muy contundente para las jornadas más frías, que nos aportará las calorías necesarias para encarar el trabajo diario y proseguir con la actividad, a pesar de los intensos rigores del tiempo. Pero las Patatas a la Riojana constituyen además un plato lleno de sabor y uno de los mayores exponentes de la gastronomía española.
Por cierto que este es uno de esos guisos que en las casas familiares se preparaban al amanecer, porque resultaba aún más sabroso cuando le pasaban unas cuantas horas por encima. La receta más tradicional, además, aconseja acompañar el plato con guindillas en vinagre entre bocado y bocado.
Ingredientes para la receta de Patatas a la Riojana:
- 1 kilo de patatas
- 1 chorizo fresco de unos 200 gramos (picante o dulce)
- 1 cebolla pequeña
- 3 dientes de ajo
- 1 pimiento verde
- 2 pimientos choriceros
- 1/2 vaso de vino amontillado
- pimentón (picante o dulce)
- perejil
- sal
Cómo hacer la receta de Patatas a la Riojana:
Primero ponemos los pimientos choriceros en remojo, para que llegado el momento oportuno podamos retirarles la pulpa.
Pelamos las patatas, lavamos y cortamos en trozos escachados. Despepitamos el pimiento verde y picamos. Cortamos la cebolla en cubitos pequeños. Picamos los dientes de ajo y rebanamos el chorizo en rodajas grandes.
Ponemos una olla con un poco de aceite de oliva y rehogamos los ajitos. Agregamos la cebolla y el pimiento y sazonamos. Cuando empiecen a pochar añadimos las rodajas de chorizo y permitimos que también rehoguen y suelten un poco de su jugo.
Es el momento de echar las patatas y una punta de pimentón y removemos para que todos los sabores se mezclen y bañen a las patatas. Acto seguido ponemos el vino blanco y removemos nuevamente. Cuando haya hervido un par de minutos, añadimos agua hasta que cubran bien las patatas y rectificamos de sal.
Vamos a cocinar a fuego lento hasta que algunas patatas se empiecen a deshacer, prestando espesura al caldo. Unos 10 minutos antes del final añadiremos la pulpa, sin pepitas de los pimientos choriceros que teníamos remojados.
Imagen: Martín Berasategui Blog