Nos quedamos hoy con una delicia del sur, otra muestra de la gracia y el sabor de la oferta gastronómica de la provincia de Málaga. Si hace unos días os dejábamos la contundencia del Gazpachuelo y nos dejábamos seducir por la tradición y la sencillez de los fogones humildes, en esta ocasión no va a ser para menos, porque el plato de hoy también procede del recetario de las abuelas.
La Ensalada Malagueña es una buena muestra de esa cocina llamada de “mar y monte”, en la que los productos de la tierra mixturan fabulosamente con los frutos del mar. Huerta y Mediterráneo se dan la mano en una combinación exquisita y muy refrescante en verano, pero que en las fechas en las que estamos también supone una delicia si la sirves templada.
Un completo entrante que en algunos hogares se sirve como plato principal.
Ingredientes:
- 3 ó 4 patatas grandes
- 1 kilo de naranjas
- 200 gramos de bacalao seco o atún desmigado
- Un par de cebolletas
- 2 huevos cocidos
- Aceitunas partidas
- Aceite de Oliva
- Vinagre de Jerez
- Sal
Elaboración:
Cocer las patatas. Es mejor echarlas enteras a la olla y con piel, para que conserven un sabor más intenso. Cuando estén cocinadas, las pelaremos y las cortaremos en trozos rudos.
Pelar las naranjas, preocupándonos de quitarle la mayor cantidad posible de las partes blancas de la piel. Desgajaremos y haremos los gajos trozos. Debemos conservar el zumo que se derrame en este proceso y permitiremos que también acabe sobre las patatas, a las que añadimos los gajos cortados.
Sumamos las cebolletas finamente picadas y los huevos cocidos, también picados, claro.
Ha llegado el momento de añadir el pescado y aquí yo me decanto por el bacalo echo jironcillos. En caso de que hayamos comprado el bacalo seco salado, deberemos desalar previamente, siguiendo el proceso tradicional de tenerlo por lo menos 24 horas en agua y renovando ese agua cada par de horas, para que pierda el exceso salino.
Otra opción es comprar el bacalao desmigado, lo que nos ahorrará el tiempo de desmenuzarlo y vendrá más desalado.
Agregamos las aceitunas verdes partidas. Con relación a este ingrediente cabe resaltar que la variedad de aceitunas aloreñas le viene que ni pintado.
Finalmente aliñamos todo con sal (algunos la prefieren gorda, como Gurruchaga) y aceite de oliva virgen en cantidad generosa y vinagre.