La versatilidad del solomillo de cerdo es conocida en cualquier cocina porque a lo largo de la historia culinaria muchos han sido los cocineros famosos que han utilizado este tipo de proteína para hacer sus platos más ricos. Hemos podido conocer todo tipo de salsas ideadas especialmente para solomillos que luego se han utilizado con todo tipo de platos: salsa al whisky, salsa a la pimienta, salsa a la naranja, salsa de cebolla, etc…
La reducción de vinagre balsámico no suele utilizarse en la cocina porque creemos que es muy complicada de realizar, pero es todo lo contrario. Para hacer esta exquisita receta necesitaremos los siguientes ingredientes:
– 6 solomillos de cerdo (ni muy finos ni muy gruesos)
– aceite de oliva
– pimienta
– sal
– vinagre balsámico
La elaboración es la siguiente:
Pondremos una sartén a calentar con un poco de aceite. Cuando el aceite esté caliente ponemos los solomillos salpimentados y dejamos que se haga por el primer lado durante unos 30 segundos para luego dar media vuelta, salpimentar un poco por el otro lado y dejar otros treinta segundos.
Una vez que los solomillos estén cocinados por ambos lados añadimos un buen chorro de vinagre balsámico y dejamos reducir la salsa hasta que tengamos la espesura que prefiramos. Si queremos podemos añadir, cuando ya esté el vinagre balsámico reducido, un poco de bolla pochada para que se empape de la salsa, así conseguiremos una guarnición estupenda.