Esta vez nos han entrado ganas de disfrutar de unas ricas croquetas caseras… y además, de jamón. Para que no se diga. Y, por supuesto, nada de productos congelados y usar la freidora a mansalva.
Los ingredientes necesarios son:
- 200 gr de jamón ibérico en taquitos
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de harina
- 2 vasos de leche
- media cebolla
- sal
- pan rallado y huevo para rebozar
- aceite de oliva para freír
Lo primero que tenemos que hacer es la bechamel. Para ello ponemos aceite en una sartén y lo calentamos con la cebolla cortada en trozos pequeños, cuando se dore la cebolla la retiramos y sobre ese mismo aceite echamos la harina. Vamos removiendo para que no se nos formen grumos y la mezcla nos vaya quedando lo más suave posible.
Después añadimos el jamón y lo mezclamos bien con la harina. Cuando lo tengamos bien mezclado, añadimos la leche y removemos con una cuchara de palo o unas varillas sin prisas pero sin pausa. Ahora es el momento de añadir la sal. Tendremos que tener en cuenta que el jamón serrano ya es bastante salado por sí mismo así que no os paséis con la cantidad de sal.
El momento de dejar de remover llegará cuando la masa se separe de las paredes y el fondo de la sartén. Esto quiere decir que la bechamel está lista. También nos daremos cuenta de ello porque quedará un poco de aceite en la superficie de la mezcla.
A continuación expandimos la bechamel en una fuente lo suficientemente amplia, para que no desborde, y la dejamos enfriar. Una vez fría procederemos a coger trozos de bechamel y darle forma a la croqueta, bien con las manos o con cubiertos, como nos sea más cómodo. Las rebozamos en huevo y pan rallado y las freímos en aceite bien caliente.
Una vez que las croquetas estén doradas, las retiramos del fuego y las dejamos unos minutos en un plato con un papel absorbente de cocina para retirarles el exceso de aceite. Por supuesto, repetimos estos pasos las cantidades necesarias hasta hacer toda la cantidad de croquetas que queramos.
Por último, ponemos las deliciosas croquetas en un plato sin papel o fuente y a disfrutar de nuestra habilidad culinaria.