Te traigo una receta facilísima, muy rápida y que te va a permitir presentar un plato muy elegante por muy poco dinero y que apenas te va a llevar tiempo prepararlo. Se trata del Carpaccio de Queso, una solución perfecta y sabrosísima, que te va a sorprender.
Es ideal para tomarlo como entrante y reservarlo para cenas de cierta importancia, porque con esta forma de preparar el queso vas a dejar a tus invitados boquiabiertos. También es una buena opción para esos días familiares en los que no se te apetece pasar mucho tiempo en la cocina o como plato único para una cena un poquito más ligera.
Sea como fuere este es uno de los productos estrella que pongo con mayúsculas en mi recetario. Disfrutadlo y mucho mejor si lo maridáis con un buen vino.
Ingredientes:
- 200 gramos de buen queso manchego
- 1 huevo
- 1 manojito de rúcula
- 2 peras
- pasas
- piñones
- vinagre balsámico
- aceite de oliva
- sal y pimienta
Elaboración:
Lava muy bien la rúcula y sécala con papel de cocina, para que no suelten agua. Reserva unas hojas para la salsa y el resto córtalo en juliana y distribúyelo en el fondo de la fuente o el plato que hayas elegido. A continuación lava también las peras, sécalas y hazlas láminas muy finas. Colócalas sobre la rúcula.
Corta el queso en laminas extremadamente delgadas, ya sabes que ese es el éxito de cualquier carpaccio. Extiendelas sobre el plato y los ingredientes que ya has preparado.
Ponemos las hojitas de rúcula que hemos reservado en la batidora, sumamos el huevo, un poquito de aceite de oliva y salpimentamos a gusto. Batimos hasta conseguir una salsa fina y homogénea. Ha llegado la hora de regar los ingredientes con esta deliciosa salsa.
Finalmente suma al plato unas cuantas pasas y unos piñones y échale unas gotas de vinagre balsámico. Disfrútalo.