Este aceite se caracteríza por un color verde oscuro (mucho cuidado con que se os caiga una gotita en la ropa, porque os podeis despedir de esa prenda) y un olor muy intenso. Al ser un aceite aromático, que sólo se utiliza en frío, no sirve para cocinar. Se suele preparar un aliño mezclando vinagre de manzana, agua, sal, azúcar, ajo y este “oro verde”, y el resultado es más que sorprendente, quedando un sabor exquisito, aunque para algunos de nosotros quizás nos resulte raro al principio por estar tan acostumbrados al aceite de oliva.
Si hacéis un viaje por la zona o conocéis a alguien de por allí, no dudéis en adquirir una botellita, no os defraudará.